De esta forma, Ludovico Silva nos presenta los ejes por los cuales se rige esta obra de Carlos Marx. Metodológicamente Marx no está describiendo o analizando simplemente algo que aparece -fenomenología-, sino que se propone hacer una génesis -ir a la base- de este hecho llamado alienación.
Para esta ocasión y en el empeño de seguir la discusión sobre el problema de la alienación acudimos al ensayo de nuestro gran escritor y filósofo Ludovico Silva: El problema de la alienación en la ideología alemana, de Marx.
Silva empieza este ensayo haciendo un recuento de las obras que trataron el tema de la alienación en Carlos Marx. Para ser más precisos los trabajos de Marx en los Manuscritos de 1844, La Sagrada Familia y el texto que ocupa este análisis: La Ideología Alemana.
La Ideología Alemana aporta dos concepciones para esclarecer el tema de la alienación -ya en los Manuscritos de 1844 y La Sagrada Familia aparece la propiedad privada-, estas son la división del trabajo y la producción mercantil.
Estos tres factores: propiedad privada, división del trabajo y producción mercantil, constituyen la base de la alienación histórica de la humanidad. Por supuesto, esto se da por etapas y la alienación responde a los modos de producción. Por ejemplo, en este momento de la historia ya está presente el factor de la producción mercantil debido al desarrollo del modo de producción capitalista.
Otro aporte importante de esta obra es que ubica el problema de la alienación en el contexto socioeconómico; alejándose de las especulaciones sobre este término en el ámbito de lo ideal. Es decir, Marx coloca esta palabra en el análisis de lo cotidiano, lo terrenal dando un “giro de 180 grados” a la forma de estudiar el problema de la enajenación.
Para lograr acercarse a este análisis genético que hace Marx, Ludovico se dirige a otros estudiosos del tema y hace importantes señalamientos sobre la historia de desvelamiento de este dispositivo de control; al comenzar la crítica de estos intelectuales va encontrando herramientas para justificar su posición sobre este método.
Así vemos que esta forma de abordar un problema va desde el momento actual en que se encuentra hasta los elementos que lo componen en sus cimientos y permanecen en él como parte de su constitución.
Entonces el mercado mundial, la historia universal y la gran industria son producto de la necesidad del capitalismo desde sus aspectos cronológicamente estipulados en división del trabajo, propiedad privada y producción mercantil.
Ahora bien, esto no deja de tener una dialéctica que se lee en los hechos; este mercado mundial que debería satisfacer nuestras necesidades y planificar en consecuencia, crea por el contrario, una enorme pobreza que afecta a la mayoría de la población. Por otra parte, el desarrollo de la gran industria se genera en centros financieros y tecnológicos, dejando fuera de estos procesos a la mayoría de los países del mundo que se convierten en regiones explotadas en sus materias primas y en su fuerza de trabajo. Y la historia universal se transforma en una herramienta de penetración de los intereses capitalistas en todos los países, haciendo un correlato del mundo como un solo proceso.
Sin embargo, este desarrollo del capitalismo genera una contrapartida como lo es en primer lugar el crecimiento de la conciencia de clases, las personas se identifican con una historia universal que reconocen como una historia de la lucha de clases; en segundo lugar la expansión del capitalismo por medio del mercado prepara las condiciones para que el proletariado o clase asalariada se consolide como clase mayoritaria que maneja los procesos de producción, incluso en su fase tecnológica; en tercer lugar el desarrollo de la gran industria allana el camino para que en una fase superior los seres humanos pueda atender las necesidades más cruciales del mundo, cambiando el signo egoísta e irracional de estas relaciones de producción -que Marx llama relaciones de destrucción- a una relación planificada que busca la satisfacción de las necesidades de la población.
Ludovico aborda problemas con la mayor sinceridad presentes tanto en el socialismo real como en el capitalismo, estas fases tienen que ser superadas para llegar al comunismo. Estos problemas presentes en los dos sistemas es la alienación del Estado. Es decir, que los medios para el desenvolvimiento político y económico todavía están en manos de unos pocos, lo que permite ciertas formas de alienación.
La tarea es entonces avanzar hacia la transferencia de este poder al pueblo, lo que persigue integrar a los miembros de la sociedad en la administración y resolución de sus procesos sociales.
Un texto rico en referencias, profundo en su análisis que es difícil de abarcar en esta pequeña reseña. Por lo cual los invitamos a contribuir con el aprendizaje y la discusión de este punto crucial de las formas de dominio.
Para profundizar la referencia:
http://blog.chavez.org.ve/wp-content/uploads/2010/06/Trascripción-Ludovico.pdf
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